Bisio establece un complejo puente de cuestionamientos entre el ojo del espectador y la imagen. ¿Bajo qué dimensión se presentan las formas? ¿Cuál es la realidad de la pintura? Creemos descubrir un motivo: rostros inmersos en sus propios conflictos, inertes, mudos; ojos que amparan lo inaceptable en un relato entumecido. El carácter expresionista no existe sin la fuerza que proyecta, por lo que la necesidad de cierto informalismo y embate a la superficie de la representación, reivindica la afirmación de un “yo” mediante la especificidad y el gesto; es la decisión pictórica que trastorna lo referenciado: aquí la tensión entre expresión y representación.
Fragmento del texto de sala por Dante Montich
16/4 al 17/06/2022